A las 10 de la mañana del día 8 de enero ya me encontraba en tierra firme y no sobre 2 ejes de un bus. Me baje de los últimos sabiendo que mi equipaje y América eran dos cosas que los auxiliares no querrían sacar de primer momento.
Cuando pude recuperar mis cosas me dispuse a armar todo con precaución, ya que con el incidente de la cadena y la parrilla delantera el día anterior, no quería que todo se destrozara previo al inicio de mi viaje. Logre poner todo en su lugar y comencé a pedalear por el borde costero, a mas de 1000 kms de mi casa, la que posteriormente no seria ninguna.
![]() |
Primeras fotos en la lejanía. |
El sol me sonreía en ese primer día de pedaleo, el destino era la casa de un buen amigo, que ya me había recibido en su casa cuando realice mi viaje anterior, el cual vive en una casa ubicada en la salida del puerto hacia el sur, justamente en el inicio de mi viaje, para ser exactos, en el kilómetro 5 de la Carretera Austral.
Llegue a su casa a eso de las 11 de la mañana, luego de haber recorrido los primeros 7 u 8 kms junto a América, el se llama Pedro, es estudiante de medicina de la Universidad de Chile, nos conocimos en la facultad, ya que yo estudio en la misma sede.
Me recibo con los brazos abiertos, como era de costumbre en el, con un buen desayuno y una charla acerca de como habían estado las vacaciones luego de haber cumplido con 3er año de su carrera. A la hora de almuerzo llegaron sus padres, dos médicos ginecólogos de Puerto ontt, con los cuales mantuvimos una linda charla acerca de los viajes en general, ya que el año pasado el padre de Pedro estaba planificando una travesía a la Laguna San Rafael por tierra, la cual termino con muy buenos resultados, así que teníamos muchos temas de conversación. La madre de Pedro, como buena madre, estaba más preocupada que yo por las precauciones que había tomado acerca de mi viaje, repitiéndome muchas veces que no dudará en contar con ellos si tenía algún problema en la ruta, a lo cual yo me reía y asentía con mi cabeza, a pesar de que creía que era difícil para mí pedirles su ayuda, y que con recibirme en su casa y alimentarme muy bien, era suficiente para mi.
Luego del almuerzo Pedro me acompaño al centro de la ciudad, ya que debía comprar los últimos repuestos, entre ellos un neumático, un par de rayos y eslabones rápidos para la cadena, que ya había mostrado pruebas de fallar. Ya de noche, Jorge, el hermano de Pedro, estaba organizando un pequeño asado con unos amigos, así que esa noche fue el primero de muchos trasnoches, vino, hierba, comida y compañía compartíamos, mientras para mi pensaba: Si un viaje comienza así no puede terminar mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario